Enphase desarrolla y fabrica los inversores más eficientes e inteligentes del mundo para paneles solares y sistemas de almacenamiento en batería. Su fundador y director de productos, Raghu Belur, tiene claro el enfoque que hay que seguir. «Con la transición energética, estamos revisando todo nuestro sistema energético. La energía solar es la heroína, y el inversor inteligente es su corazón. Nuestras soluciones energéticas basadas en software para viviendas particulares y empresas no solo facilitan la optimización de la generación de energía solar, sino también su distribución. Con ello, contribuimos enormemente a la creación de un mundo mejor y, de paso, es un buen negocio».
Enphase se convirtió en pionera en microinversores en 2006. El principio tecnológico de esta empresa de California (Estados Unidos) se basa en convertir, gestionar y monitorizar la energía que genera cada panel solar. Esto ofrece varias ventajas con respecto a los antiguos inversores de cadena. Por ejemplo, crea un sistema de energía solar más eficiente y beneficia en gran medida la seguridad de las instalaciones fotovoltaicas, dado que la corriente continua (CC) generada se convierte directamente en corriente alterna (CA).
La fuerza motriz
A lo largo de los años, Enphase ha distribuido más de 39 millones de microinversores en todo el mundo. La base instalada actual tiene un valor de 1.900 millones de dólares. La empresa posee la mayor capitalización bursátil en su sector, lo que la convierte en líder del mercado de microinversores. Enphase debe su éxito principalmente a su capacidad de innovación, que lleva a ampliar cada vez más la potencia computacional, la inteligencia y la funcionalidad de su tecnología. Al mismo tiempo, introduce en el mercado una tecnología de carga y batería doméstica de corriente alterna. De este modo, Enphase amplía y profundiza sus actividades porque quiere, ante todo, ser una fuerza motriz en la transición de un sistema de energía fósil a uno renovable.
Factible y asequible
«La transición energética va acompañada de una enorme y rápida electrificación, en parte debido al auge del coche eléctrico», explica Belur. «El consumo energético medio de un hogar holandés es de 2.760 kilovatios/hora al año, y en Flandes es aún mayor. Si te compras un coche eléctrico, se duplicará rápidamente. Y ni siquiera estoy hablando de comprar un segundo coche eléctrico y hacer más sostenible el suministro de calor con la ayuda de una bomba de calor. La cuestión es de dónde debe proceder toda la energía sostenible necesaria, pero sobre todo cómo atender las necesidades de esos hogares de manera inteligente, factible y asequible».
Las amenazas
Tal y como indica Belur, los grandes parques solares y eólicos son necesarios, ahora y en el futuro. Sin embargo, también detecta muchos inconvenientes y desafíos, por ejemplo, desde el punto de vista de la distribución y los costes. Si queremos seguir haciendo llegar energía limpia a los usuarios a medida que avanza la transición energética, se necesitarán, entre otras cosas, enormes inversiones e intervenciones en la infraestructura de la red eléctrica. Belur: «Europa va a acelerar la transición a un sistema energético sostenible y la invasión rusa de Ucrania ha avivado aún más ese fuego. Hace poco estuve en Alemania y me cautivó la pasión y la ambición que hay allí por implementar la energía solar a gran escala. Sin embargo, no escuché ninguna idea concreta sobre cómo se va a atender la creciente demanda de energía. Alemania no es el único país en esta situación, y en los Países Bajos ya existe un grave problema de capacidad de la red eléctrica. Esta cuestión es una auténtica amenaza potencial que podría poner en riesgo la transición energética. En concreto, hacer que el entorno construido sea más sostenible es el principal reto del futuro, y no es posible conseguirlo sin utilizar una combinación de todo tipo de recursos sostenibles, también para pasar el invierno. Además, también será inevitable depender en gran medida de la respuesta a la demanda, es decir, adaptar la demanda de energía a la oferta».
La central eléctrica virtual
Belur subraya que la instalación masiva de paneles solares en viviendas tiene un enorme efecto positivo en la red, sobre todo en cuanto al almacenamiento de electricidad a escala local y la gestión inteligente y automática del flujo energético de la vivienda. El siguiente paso es llevarlo a cabo por barrios, creando centrales eléctricas virtuales. Eso es precisamente lo que Enphase hace posible con su última generación de microinversores IQ8. Se comercializaron por primera vez en Estados Unidos el año pasado y ya están integrados en la batería doméstica de corriente alterna que la empresa vende también en Europa. Este año, los microinversores fotovoltaicos IQ8 estarán disponibles en Europa.
La carga bidireccional
«Con esta tecnología, también es posible crear una microrred para seguir suministrándote temporalmente energía de forma autónoma en caso de que surjan problemas con la red eléctrica o para aliviar esa red», declara Belur. «En Estados Unidos, todo esto ya está ocurriendo en hogares como el mío, que utilizan la última arquitectura de Enphase. Así que no es una historia del futuro, sino de hoy. En este sentido, es bueno comprobar que la batería doméstica se está abriendo paso en cada vez más lugares de Europa, como en Flandes. Lo mismo ocurre con el coche eléctrico como dispositivo que no solo requiere energía, sino que también es capaz de generarla. La carga bidireccional se convertirá en la corriente principal dentro de unos años, lo que añade una dimensión completamente nueva y necesaria a la transición energética».
El arte
Paneles solares, batería doméstica, coche eléctrico y red eléctrica: estos son los elementos necesarios para crear un sistema energético residencial sostenible, según Belur. «La energía solar es la heroína de la transición energética, y el inversor inteligente es su corazón», afirma al respecto. Esa afirmación también hace referencia al futuro que representa Enphase. La innovación en hardware está bien, pero Enphase siempre ha sido esencialmente una empresa de software. El truco está en crear un sistema inteligente que pueda regular todo el sistema energético, aumentar el rendimiento energético y el autoconsumo y optimizar el rendimiento económico al mismo tiempo.
La fecha de los algoritmos
Belur: «También hay que enviar continuamente todos los electrones donde tienen más valor: la batería, los dispositivos eléctricos y la red eléctrica. Para ello, es necesario recopilar y procesar grandes cantidades de datos, por ejemplo, sobre el rendimiento de los componentes, las previsiones meteorológicas, las tarifas eléctricas y el comportamiento de las personas de una vivienda. Después, los algoritmos inteligentes de autoaprendizaje tienen que tomar decisiones en milisegundos para maximizar la eficiencia del sistema. El objetivo de nuestra hoja de ruta es optimizar esta tecnología y seguir liderando el camino. Para ello, entre otras cosas, seguimos desarrollando nuestra arquitectura y los dispositivos basados en software, y construyendo chips personalizados».
Perspectiva y tecnología
«Tiempos emocionantes y especiales», así es como Belur describe el momento que está viviendo Enphase actualmente. El sector está madurando. El mercado de la energía solar ya no está solo; es un verdadero mercado de energía que determina la creación de un sistema energético totalmente nuevo. «Creo firmemente que la perspectiva y la tecnología de Enphase contribuyen a crear un mundo mejor. Y, al mismo tiempo, es un buen negocio. Nuestra empresa cuenta con una plantilla de unas 2.250 personas y factura unos 1.400 millones de dólares al año. Llevamos a cabo actividades de I+D en países como Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda, contamos con centros de producción en México, India y China, y nuestras ventas crecen en todos los frentes, incluida Europa. Consideramos que Alemania, los Países Bajos y Bélgica son mercados punteros para implementar ampliamente nuestra tecnología en colaboración con los distribuidores e instaladores con los que trabajamos».
